Castillos de porcelana
Ella era joven, agraciada y bella
Tomo un café un miércoles en la tarde
La opresión del ombligo de semana la apremiaba
Mientras sus dulces labios tocaban la taza
Pensaba en su presente, su pasado, su futuro
Mientras lagrimas caían por sus pómulos,
Soñaba tal vez con algo mejor, algo efímero,
Mientras de su mente salían sueños de lado.
¿Algún día seré libre de estas cadenas?
A veces pienso que solo vivo para trabajar
Aunque en mis pensamientos este en otro lugar,
Decía mientras tocaba sus manos agotadas
Mi oficina es mi espacio, pero también mi cárcel
Mis muñecas parecen lastimadas por grilletes
Mis ojos tienen bolsas por los insomnios
Los reportes, los informes, los trabajos son mis piedras
Con las que poco a poco cabo yo misma mi tumba
Este café es mi elixir
Y mis cortes quincenales una brisa de verano
Ya hace meses que no he leído un libro
Y hace años que no escucho un te amo
Ella era joven, agraciada y bella
Vivía en un mundo desmesurado
En medio del estertor de medio día
Sofocada en su castillo de papeles y clips
Mientras solo pensaba en su cárcel
Las arrugas no la tocaban aun
Las patas de gallo no cubrían sus ojos
Era delgada, solitaria, como un arbolito desamparado
Vivía por sus propios medios y aun así no se sentía libre.
Sentía la aprensión de sus noches ya vacías
Y el tierno recuerdo de un beso sin labios
Puede que sea mediodía, pero el día esta triste,
Ella misma se decía,
Este frio me cala los huesos, esta lluvia me empapa la
blusa,
Y esta nostalgia me congela el corazón
La melancolía llena mis días
Mientras mi jefe me coquetea
La desesperanza me aborda en las noches
Mientras con tristeza descanso en mi cama
Me gusta estar sola no sentirme sola,
La añoranza pasada de un recuerdo amistoso,
Mientras ella de repente sonreía
Al recordar un pasado inconcluso.
En aquel medio día.
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